Estos trabajos se realizarán con periodicidad anual
Cuando exista un solo aljibe de incendios se evitará su vaciado para no incurrir en riesgo de desprotección en caso fortuito de un incendio.
Se procederá entonces de la siguiente manera. Se extraerán los fangos por aspiración de los fondos y una vez realizada esta operación se clorará el agua hasta alcanzar una concentración de 30 ppm de Cloro Residual Libre. Quince días más tarde se tomarán muestras de agua para realizar análisis que confirmen que no existe contaminación alguna por Legionella. Con el resultado de los análisis se emitirá el certificado preceptivo.
Cuando existan dos o más aljibes, se dejará al menos uno en reserva y se irán vaciando y limpiando el o los restantes aplicando la sistemática siguiente: Se extraerán los fangos y se aclarará la superficie interna lavándola a fondo con chorro de agua a presión. Se llenará posteriormente con agua hasta un nivel aproximado de treinta centímetros. Se hiperclorará esta agua y se proyectará el agua hiperclorada contra las paredes del aljibe para asegurar su desinfección. Se neutralizará el exceso de cloro y se drenará el aljibe. Se aclarará y se llenará con agua limpia a la que se añadirá cloro hasta una concentración de 20 ppm.
Terminado un aljibe se procederá de igual manera con otro hasta realizar la limpieza de la totalidad de los existentes.
Se tomarán muestras del agua y se llevarán al laboratorio para su análisis descartándose la presencia de Legionella Pneumóphilla. Con los resultados se entregarán los certificados correspondientes.