Desde que, en el año 1976, se declaró una epidemia de neumonía debida a un microorganismo desconocido hasta entonces y que produjo 28 muertos entre miembros de la Legión Americana (Asociación de Excombatientes), no se tomó conciencia de la necesidad de atender la higiene de los sistemas de ventilación y climatización.
Esta bacteria que fue bautizada con el nombre de Legionella Pneumophila en homenaje a los legionarios fallecidos, ha ido manifestándose posteriormente en forma de brotes epidémicos que han generado una gran sensibilidad en la población y en los medios de comunicación de tal modo que raro es el país desarrollado que carece de una forma de regulación al respecto.
La Legionella Pneumophila es una bacteria que necesita tres condiciones muy concretas para su desarrollo:
-Presencia de agua abundante
-Temperatura entre 25 y 45ºC
-Materia orgánica como substrato nutriente.
La ausencia de alguno de estos factores impide el desarrollo de la Legionella aunque haya que matizar que, en el caso de la temperatura, se ha podido comprobar que soporta, en estado de inhibición funcional, temperaturas por debajo de 0º C y que también sobrevive hasta los 65 – 70 ºC.
Estas condiciones se dan, en plenitud, en las torres de refrigeración, condensadores evaporativos, sistemas de agua sanitaria (fría o caliente) etc., las dos primeras porque son inherentes al propio funcionamiento del sistema y, la tercera, porque el agua lleva, en suspensión, suficiente materia orgánica como para que por decantación y con el paso del tiempo, se recubra el fondo y la superficie interna de las torres con una película de materia orgánica en forma de limo o de “bio-film”, que, si no se retira periódicamente, acaba siendo un medio de cultivo ideal para el desarrollo de colonias de Legionella Pneumophila, y de otros microorganismo termorresistentes.
La proliferación de sistemas de climatización en los países industrializados y desarrollados ha llevado consigo la aparición de patologías, antes desconocidas, que emergen ahora al crearse nuevas condiciones y nuevos habitats para determinados contaminantes biológicos.
La Legionella es un habitante habitual en charcas, lagunas y corrientes fluviales donde desarrolla su ciclo vital aprovechando el calor del estío sin haber dado lugar a patología conocida para el hombre o para los animales ya que no se producen aerosoles inhalables.
Los sistemas de climatización o de distribución de agua fría o caliente industrial requieren, en sus procesos funcionales, generar vapor o aerosoles en los cuales se vehicula la Legionella haciendo posible la inhalación y la subsiguiente infección de personas especialmente receptivas bien por su edad avanzada o por que, por otras causas, puedan presentar alguna reducción de sus defensas inmunológicas.